viernes, 1 de abril de 2022

Poesía sin poeta

 

Me llevó la corriente y,

como no podía ser de otra manera, naufragué.

La necesidad fue mi brújula.

Pasé hambre.

Pasé frío, mucho, más que hambre.

Pero viví querido y feliz,

como sólo un niño puede serlo.

 

Un zarpazo de la vida se llevó a mi padre y

pronto me hicieron un hombre,

aunque yo seguía siendo un niño.

Tuve que dejar de vivir para sobrevivir.

Me convertí en un hombre sin educación ni cultura,

en un hombre nacido para el yugo.

Para desunírmelo leí poesía.

 

Leí poesía, pero no me convertí en poeta.