sábado, 1 de marzo de 2025

Vivir o no vivir, esa es la cuestión

El tema del suicidio es inquietante, incluso para las personas que no sentimos esa tentación. Oír que alguien ha acabado con su vida crea un malestar que se materializa, al menos en mi caso, en unos nervios que se me agarran al estómago. Para mi no es un tema tabú, pero tampoco es algo que proponga como tema de conversación. Sin embargo, ayer, hablando con un buen amigo, me contó la historia de un familiar suyo que se suicidó. ¿Por qué lo hizo? ¿Cómo lo hizo? Por lo que me contó podría responder a esas preguntas. Pero si hoy estoy escribiendo esta breve nota no es por eso, por el morbo de saber la motivación o la manera en que lo hizo. Escribo esto porque me llamó, y mucho, la atención la nota de suicidio que dejó escrita y en la que pedía qué deseaba que pusiesen en su lápida:

Viví como quise

y

morí cuando quise

NOTA: Hasta donde yo sé, sus familiares no tuvieron a bien cumplir su última voluntad. Una lástima, en mi opinión.

Me llamó la atención ese mensaje por contraste con lo que es mi vida. Si yo tuviese que elegir hoy qué poner en mi lápida, tendría que ser: “Viví como no quise y morí cuando me tocó”. No quiero decir quién de los dos está equivocado. Le dejo esa tarea al lector.

4 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

      Eliminar
    2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

      Eliminar
  2. Me gustaría saber el motivo por el que ha sido eliminado mi anterior comentario. Según se dice, ha sido eliminado por el administrador del blog, ¿quiénes ese?

    ResponderEliminar