La vida no tiene sentido,
escribamos una poesía para dárselo.
Las estrellas,
lejanas y
enigmáticas, nos preguntan.
Respondemos y vuelven a preguntarnos.
La vida,
por sencilla que parezca, nos pregunta,
Respondemos y vuelve a preguntarnos.
Al hombre, miserable o admirable, le preguntamos,
pero no responde
y volvemos a preguntarle.
Así,
contemplando el mundo y tratando de comprenderlo,
así, sí
así
la vida tiene sentido.