- No es fácil dar buenos consejos. Ni siquiera para alguien como yo, que se ha equivocado tanto
- Las almas bondadosas no entienden, ni pueden entender, las necesidades de las almas malvadas
- La única utopía que se puede vivir es aquella que ni se escribe ni se transmite, es la que uno, en su silencio, vive
- Los humanos nos damos demasiada importancia. Es obvio, por eso conviene recordarlo
- Reconocer públicamente tus defectos ensalza tus virtudes
- Por paradójico que parezca, la talla de los grandes destaca más entre grandes que entre pequeños
- Peor que hacer un trabajo inútil, para alguien sin imaginación, es estar ocioso
- ¿Cómo se saca de la mentira a alguien que se auto-engaña?
- La Revolución sólo se puede llevar a cabo con idealistas realistas. Por eso es tan difícil lograrla, porque hay mucho joven que sólo cumple la primera premisa y mucho adulto que sólo cumple la segunda. ¡Benditos los pocos que cumplís ambas!
- La primera mitad de mi vida la he pasado descubriendo quién soy; la segunda mitad quiero pasarla intentando serlo
Llevo veinte años escribiendo un diario de ideas. Hasta ahora ha sido algo tan secreto como un diario personal en el que uno anota intimidades. Se acabó el pudor, a partir de hoy (18 de febrero de 2011), aquí desnudo mi mente.
domingo, 1 de diciembre de 2013
Diciembre 2013
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