miércoles, 1 de febrero de 2023

Cabañeros

Tenía muchas ganas de visitar el parque nacional de Cabañeros. Desde que se creó en 1995, deseaba conocer un lugar que iba a ser destinado a campo de tiro militar y terminó siendo declarado parque nacional de interés general por ser representativo del patrimonio natural español. 

Mi curiosidad era más de psicología diferencial que de ecológica. Antes de ir ya sabía que el lugar me gustaría. Sólo quería, mientras contemplaba el paisaje desde el mirador de la Cañada,  hacerme la pregunta: ¿con qué ojos ven las personas que querían hacer de este hermoso lugar un campo de tiro, un lugar en el que practicar bombardeos y disparos, un lugar en el que la destrucción y la muerte se imponga a la creación y a la vida?

Sabía que no obtendría respuesta.


Por fortuna, otros ojos miraron y vieron la belleza de este paisaje y, por fortuna, fueron ojos más hermosos y persuasivos que los tristes ojos que quisieron destruirlo.


2 comentarios:

  1. Teniendo en cuenta el estado político del país en la época, lo extraño es que prevaleciese el criterio de los naturalistas y no el de los militares, aunque dudo mucho que el color o la hermosura que hubiera en los ojos de aquellos fueran el detalle definitivo para quien tuvo en la mano la última palabra en la decisión...
    Por otro lado, e intentando responder a la pregunta, por desgracia me parece evidente la conclusión: Los ojos antagonistas de los mencionados en el lado opuesto eran negros y vacíos, por dentro y por fuera. Para ellos no habría allí, ni por detrás en las conexiones sucesivas, hasta lo más profundo de lo que se fraguase en sus cerebros fríos y escabrosos, nada más que negocio. Puro y simple efecto del dinero y el poder. Querían obtener beneficios personales, aún a costa de asolar aquel paraje, que para ellos no era más que un instrumento a usar, como las personas o las instituciones.
    No quiero imaginar lo que se puede esconder realmente en el motivo último real de quien tomó la decisión final. Quedémonos con que, gracias a lo que fuera, hoy has podido desconectar de los sinsabores de la rutina diaria desde aquel mirador. ¡Enhorabuena!
    P.D.: Mucho me temo que, desde entonces, ese vacío y esa negrura de los que siempre llevan sombras a su alrededor han perdurado hasta nuestros días. La selección natural es objetiva respecto a las motivaciones en sus planteamientos, me temo, y muchas veces eso no es para bien... ¡Ay, Darwin, querido!

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  2. Me quedo con lo que dices de la selección natural que, en el caso de Cabañeros funcionó, normalmente es más selección antinatural.

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